sábado, 13 de abril de 2013

Tiempo al tiempo, ayer y hoy…


Es interesante ver cómo pasa el tiempo raudo y veloz a nuestro alrededor, no obstante, de la misma manera, pasa desapercibido ante los ojos de muchos hoy día.

Lo que fue ayer y lo que es ahora, marca en definitiva lo que seremos mañana, ese mañana que se va formando día con día y al correr de cada minuto, en un mundo globalizado y demandante  cada vez más de nuestro tiempo, impera la necesidad de hacer un alto y re direccionar nuestros esfuerzos a lo que es trascendental y necesario  para el diario vivir.

Es curioso pues inherentemente llega, en definitiva llega ese momento en la vida en el cual hacemos un breve receso en eso que estamos ejecutando, eso que tal vez hasta ese momento considerábamos un acto transcendental y de relevancia inimaginable, pero al llegar ese instante que se ha de repetir muchas veces, nos damos cuenta de donde estamos y quizás el por qué estamos ahí.

Pareciera que el tiempo se detiene y tan solo por un instante hacemos uso de la intro y retrospectiva hacia los caminos andados, decisiones tomadas y por qué no!, de las metas alcanzadas. Por un instante, que por momentos pareciera el más exacto de todos, el justo y preciso, rememoramos muchas y variadas experiencias de antaño.


El tiempo, amigo, compañero e incluso asesino silencioso (de qué?, pues es una cuestión personal e de afirmar) con él nos asociamos al nacer y a de continuar al momento de transcender, puesto que termina para nosotros pero seguirá ahí para quienes vienen detrás, generaciones ansiosas y hambrientas de vivir las mismas experiencias que nosotros atravesamos y continuaremos abarcando, esas que durante toda nuestra vida y mas durante la niñez o adolescencia fueron mermadas, casi ocultas por quienes nos dieron la vida.

A pesar de ello, no hay escape, es inevitable encontrarse con la vida y sus diferentes matices, colores, olores y sabores,  que se conjugan en la formación de un nuevo ser, sí!! un nuevo ser, pues como lo podemos leer en muchas frases de motivación existentes a este momento, así como el sol sale y se oculta al correr las 24 horas del día, nosotros nacemos y morimos al son de las mismas horas; pues al siguiente día somos quizás la misma persona (a como dirán muchos) posiblemente si, posiblemente no, pues al gastarse los minutos nos empapamos de mayor conocimiento y una mejor apreciación-definición del entorno.

Quizás en este momento quedan atrás muchas cosas, personas, acciones u hechos que permitieron a quien somos hoy, llegar a ser, sin embargo a nuestro lado se mantienen los necesarios (familia, amigos ,compañeros, etc.) y ni que decir que llegaran más y mejores experiencias, mismas que enriquecerán nuestro sentir, nuestro entorno, nuestra mente y generarán a su manera, un distinto impacto que a la larga re alimentará o reforzará aspectos de nuestra vida, que seguiremos poniendo en práctica al transcurrir del tempo, al vivir la vida y sacar el mayor provecho de ella en compañía de aquellos quienes él tiempo se encargará de definir como trascendentales.

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